Se agitan las alturas. Las nubes se arremolinan con el empuje del aire que sube y baja, se expande y contrae, acelera y decelera a su libre albedrio. Curioso el viento porque no es algo que se mueva en el interior de otra cosa, como la arena cayendo por la estrecha cintura entre los dos extremos de un reloj, es algo desplazándose en su conjunto, moviéndose a sí mismo en sí mismo. El viento es el tsunami de los cielos. Capaz de agitar con fuerza invisible hasta el más tangible de los objetos.
En esa nube que se escala a sí misma kilómetros y kilómetros toma forma bella y perfecta un cristal helado creado por una inexistente mano de un altísimo y perfeccionista escultor. Las moléculas forman sus extremidades de otrora vapor blanquecino, otra floritura imposible, otra puntiaguda escama, otro núcleo hexagonal, átomos, masa, peso, gravedad. Esa fuerza de la que no se conoce partícula, que es incapaz de sujetar la más fina de las hebras de cabello si un ave pestañea y mueve el aire a su lado y que contrariamente ase los astros con un empecinamiento atronador, hace su llamamiento a ese copo para atraerlo hacia la sólida corteza terrestre. Y este responde fiel a las leyes universales.
¿Qué verá en su caída inexorable? Océanos, bosques, praderas, tundras, pueblos. Por una estrecha franja un haz de luz atraviesa su estructura y los siete colores chocan con el anodino fondo gris. Los otros copos que la acompañan también destellan cromáticamente, no está sola en el espectáculo refractario. Mirando embobada el fruto de su interior se da cuenta que se está transformando, como ya lo hiciera enésimas veces durante eras eternas, perdiendo su forma estrellada y transformándose en multiformes gotas alteradas por la presión del descenso.
Esta vez el paisaje es verde apagado, en unas abruptas montañas rojizas se alzan los pinos, sobrevivientes sus copas de fuegos reiterados y acercándose a estos consigue resbalar por la cóncava acícula de uno de ellos, paracaídas improvisado de muchas más gotas. Al llegar al extremo de una de las hojas, se agarra, tiembla, las demás presionan y finalmente vuelve a caer amortiguada, en una roca que parece mullida. Ha sido una de las primeras en aterrizar en el denso musgo y ahí permanecerá expectante hasta que la esponjosa y primitiva planta absorba suficiente cantidad y pueda exudarla para continuar su circular periplo. Las nubes pasan y pasan, en diversos tonos de grises, chocan contra las laderas y se elevan, cortadas por las cumbres y las aristas de la montaña, los rayos caen aquí y allá con gran estruendo, como rajándolas para que expulsen todo su agua. La violencia de la tormenta aumenta.
La gota se despide del musgo ya henchido que la ha cobijado, utiliza la roca de tobogán y se desliza junto a otras gotas hacia un estrecho y accidentado arroyo, cae al agua, cae a ella misma, si tuviera oídos se hubieran amortiguado los sonidos, hubiese dejado de escuchar el repiqueteo continuo contra el suelo y el tronar de los relámpagos. Ahora forma parte de un todo y se arrastra en un colectiva coreografía de curvas, cascadas y remansos bañando cantos rodados, sauces, adelfas, ranas, larvas y las gargantas de un rebaño de cabras que acuden raudas a saciar su sed.
Su individualidad se pierde, el oxígeno y el hidrógeno se entremezcla pero en un último centelleo solo piensa en que, dentro de un tiempo indeterminado volverá a estar en los cielos, puede que a miles de kilómetros de esa montaña roja y tendrá un viaje distinto. Uno en el que sea nieve y anuncie el invierno para la dormitante vida u otro en el que pueda dar esperanza a un lugar desértico y provocar una explosión de flores.
¿Dónde empieza un rio? ¿Dónde acaba un ciclo? Tomamos el agua del big bang, ese sorbo ha vivido expansiones del vacío, explosiones estelares, erupciones volcánicas, ha pasado por los cuerpos de bacterias, plantas, peces, reptiles, hongos y millones de humanos que pisaron el mundo antes de nosotros. La gota que nos forma es, sin duda, nuestro ancestro más antiguo y donde empieza el rio de toda la existencia.
¡Hasta la próxima!
Qué maravillosa tu observación del viento!
Brutal👌👌
Pasa una buena semana.
Me encantó leerte👏👏