Tengo una lista de libros en el orden que quiero leer en las notas del teléfono. Los compro normalmente de segunda mano y suelo leer una novela y luego un ensayo y luego una novela y así consecutivamente, de hecho las novelas de esta lista eran casi todas de Terry Pratchett, que tengo la saga de los magos sin terminar y media de las brujas cogiendo polvo en la estantería. Pero claro, a finales de verano llego a mis manos La Riada, el primer tomo de seis de la saga Blackwater. En principio, por el tremendo arte de su portada, una maldita preciosidad, y luego, evidentemente tras empezar a leer, por la historia que contiene.
No miento si digo que no tenia ni repajolera idea de que iban los libros. Cuando digo que era por la portada no exagero, mi pensamiento era, bueno, me encanta y espero que me guste el interior, si no pues ahí se quedará abandonado. Y vaya si me gustó. Y es que tras leer la sinopsis tanto en la contracubierta, como en su página de goodreads, creí erróneamente que era una novela de época y dramas familiares, y bueno, es eso, pero no únicamente y lo que la acompaña de manera genial son unas pinceladas de terror, blando y muy bien introducido pero al fin y al cabo terror y con una clara inspiración en Lovecraft, que aunque no haya leído nada suyo si que me he tragado varios audiolibros.
Otro aspecto de las portadas (y contracubiertas) que me parece fascinante es que contienen elementos, a veces crípticos, a veces directos, de lo que ocurre en el interior. En La Riada podemos ver lo obvio una vez leído el primer o segundo capitulo, pero también están representados otros objetos o situaciones, como las hojas, que pueden ser mas o menos importantes, pero que es interesante observar antes de entrar en harina para luego decir “¡Ah, la ilustración era por esto!”
Los libros son de pequeño tamaño y la lectura es muy ágil, con capítulos cortos que te pueden durar unos 10 minutos en la mayoría de los casos, para ir cambiando de localización, de tema o centrarse en un personaje u otro. Como es normal, no quiero introducir ningún spoiler en el texto así que lo que escriba aquí serán aspectos muy generales de la obra y tramas iniciales que se pueden leer en la sinopsis o en los primeros capítulos.
La historia comienza en el pueblo de Perdido, en Alabama. Los ríos Blackwater y Perdido se han desbordado y han producido una inundación sin precedentes, destruyendo y hundiendo en agua, lodo y otros residuos todas las calles, viviendas y comercios. Uno de los miembros de la familia Caskey (la más rica de la zona) junto a otro hombre que trabaja para él, buscando supervivientes de la riada, encuentran a una mujer pelirroja llamada Elinor Dammert que ya desde el principio tiene visos de ocultar algo bastante extraño y que acaba entrando en el entorno de esta conocida familia a base de astucia y dominio contra el statu quo establecido.
McDowell, su autor, lleva entonces la historia de una manera magnífica. Una de las cosas que queda más a la vista y que el lector agradece es la dosificación perfecta del misterio dentro de una trama totalmente mundana, sabe de una forma increíble, quizá con una sola pagina y a veces con un solo párrafo, darle un vuelco al argumento o a un personaje agarrándote por la solapa y diciéndote a la cara “¿Te pensabas que esto iba a pasar?”.
La historia transcurre en un lapso de tiempo que se va haciendo cada vez más largo conforme avanzamos en los libros, esto provoca varios efectos. El primero que al comienzo te vaya introduciendo en el lugar, el tiempo y las personas de manera más profunda, explicando el contexto social del momento, normalmente visto desde el prisma socio-económico de la familia Caskey y estableciendo unos pilares fuertes de los diferentes carácteres, idiosincrasias y relaciones entre ellos y creando las amistades, intereses y rivalidades posteriores. En La Casa, el tercer libro, creo que se llega al súmmum de esto, siendo para mi el mejor de los seis volúmenes.
El segundo efecto es, que conforme seguimos avanzando, el tiempo se acelera, dejando marcos temporales que permiten la entrada de personajes nuevos o el crecimiento de los que han nacido o eran demasiado pequeños para tener impacto en las cuestiones familiares. La entrada de personajes externos le da valor y moderniza la visión de los negocios o de los aspectos sociales existentes en el mundo real (el crash del 29 o la segunda guerra mundial) pero la velocidad de las tres ultimas entregas, siendo para mi algo exagerado en la quinta, quita peso a la construcción de estos personajes y hay eventos que en teoría deberían ser muy importantes y que se pasan por encima como si no tuvieran nada de valor.
No se si por la época en la que sitúa o por alguna muestra de crítica social, hay algunas escenas de machismo extremo aunque en general las mujeres son las que llevan las voz cantante o racismo no violento, algún personaje homosexual empoderado y unas muy claras elites económicas y terratenientes por encima del pueblo ‘llano’.
Y por último quería hablar del tema del terror, que como he dicho arriba, esta muy bien dosificado y te hace de agarre cuando lo cotidiano parece que se esta imponiendo. Un terror a veces sorprendente, a veces violento, a veces esperable, a veces sobrecogedor e incluso alguna vez tierno y amable, y que es, en mi opinión, de lo mas destacable.
Y poco más podría decir o me sale sin que destripe la obra, solo que os la recomiendo fervientemente aunque sea para que las ilustraciones de Pedro Oyarbide brillen lustrosas y magnificas en vuestras estanterías. Bienvenidos a Perdido.
¡Hasta la próxima!